¿Nunca os ha ocurrido volver a la rutina y no estar en la "rutina"?
Tras las vacaciones de Semana Santa, estupendas por otro lado, vuelves a la rutina de nuevo, pero te das cuenta de que esa rutina no es como tu te la esperabas o bien porque esa rutina ha cambiado o porque no has podido recuperarla.

También puede ser porque no todos podemos estar como siempre, en periodos vacionales estamos con otras circunstancias, mejores o peores, pero diferentes, que hacen alterar nuestros estados anímicos. Podría poner ejemplos personales y no tan personales, pero igualmente de cercanos.
Todos necesitamos tiempo de adaptación, para estar como siempre, pero cuando ese tiempo es ya prolongado es cuando te empiezas a preocupar.

Te das cuenta de que se necesitaba tiempo para desconectar y dejar pasar historias, y de vivir nuevas.
Y por último te encuentras con las personas que no quisieras que estuvieran lejos nunca, ni en los periodos vacacionales ni en los rutinarios, pero que si no están no pasa nada, porque sabes qeu en algún momento llegarán.
Puede que con este discurso algunos me tachen de poetisa frustada, pero nada más allá de mi intención. Simplemente es otra forma de desconectar, desconectar con el mundo, de simplemente hablar y posiblemente ser leída...
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